Polo Morín y Alfredo Adame se han visto envueltos en un enorme escándalo luego de que el presentador anunció que había sido invitado a participar en la marcha del orgullo LGBT+, programada para el sábado 24 de junio en la Ciudad de México.
Esta colaboración despertó indignación dentro de la comunidad LGBT+, entre ellos Morín, ya que consideran que Adame no es un aliado ni un representante adecuado para una lucha social tan simbólica como dicha marcha, por lo que surgió una guerra de declaraciones entre ambos.
Ante este escenario, el joven actor comentó: “No me quiero burlar del señor, yo sé que él sí se burla de mí, pero bueno, en eso nos podemos diferenciar, yo no lo conozco, pero también me parece que es un señor que no está en sus facultades mentales 100 por ciento”, expresó Polo.
“Me dijo j*tita, me dijo loca, me dijo puras cosas que, uno, no tomo como ofensa pues sí soy parte de la comunidad y si eso cree que me quita mérito, me está dando la razón con que es una persona homofóbica que no debería de ser representativo. Sé que me va a contestar super agresivo, ya veo venir la respuesta”, agregó.
Pese a lo controversial del asunto, el artista de 32 años, se refirió a su colega de 65 y externó lo preocupado que se siente por su salud mental.
“Ojalá que se cheque a tiempo, y que no sea una historia que termine trágica, pero sus familiares, si es que tiene alguien que le preocupe como persona, pues hay que ponerle atención porque la verdad es que eso no va a terminar bien, de verdad es que yo nunca me había peleado, bueno, ni me he peleado porque ni lo conozco, no lo he visto en persona, ni quiero porque siento que me va a agarrar a golpes, y yo soy super pacifico, yo nunca me he peleado con alguien antes, yo le deseo el bien a todos, incluido a él la verdad, a la fecha le deseo lo mejor”, declaró.
Por último, Polo Morín destacó que habla del peligro que puede provocar una depresión debido a que años atrás padeció esta situación en carne propia.
“Lo llegué a pensar, estuve muy triste, ya no quería estar aquí y fue cuando levanté la mano y les dije a mis papás, esto no está padre y me agarraron de la manita y me llevaron a un psiquiatra, igual podrían estar ahorita acordándose de mí y decir ‘¿se acuerdan del actor que parecía que le iba a ir bien y de repente se suicidó?, me medicaron, no me da pena decirlo, y salí de ahí”, concluyó.
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