La actriz Erika Buenfil, conocida por su habilidad para mantener su vida personal lejos de los reflectores, vivió un momento tan bochornoso como un mal chiste de la telenovela de las tres.
Todo comenzó cuando Buenfil, en su intento desesperado por desviar la atención de los entrometidos chismes sobre su hijo Nicolás y su padre, Ernesto Zedillo Jr, se encontraba en plena entrevista con la prensa. “Chisme viejo”, decía con desdén, creyendo que la polémica se había esfumado.
Pero, ¡qué equivocada estaba! Justo en ese instante, como si el destino se estuviera burlando de ella, su celular sonó, interrumpiendo su discurso de evasión. ¿Y quién era el culpable de este inoportuno llamado? ¡El mismísimo Ernesto Zedillo Jr!
Erika, visiblemente nerviosa, se vio obligada a admitir la situación: “¡Ay, Dios!, justo… Magia, tengo que colgar porque es necesario. Justo habló, ¡qué horror! Tengo que bloquear el teléfono porque van a insistir, voy a quedar mal, ya”, confesó entre tartamudeos y sudores fríos.
Pero los reporteros no tardaron en señalar la ironía de la situación. Erika, fiel a su estilo, respondió con una mezcla de sarcasmo y resignación: “Sí, sin miedo y de frente, más de frente no pudo haber sido, qué ridiculez”, soltó.
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Chisme No Like